“Soy una nueva criatura, no fue por nada que pude haber hecho, ni por nada que pueda hacer. Fue por la misericordia de Dios que me ha salvado y porque he sido perdonado grandemente. Aprecio a mi Padre grandemente; esa debe ser la actitud de todo cristiano. Él es misericordioso y nosotros somos como niños o bebés. Mientras más maduramos como adultos que aprecian a su Padre, así somos nosotros cuando deseamos a nuestro Padre, cuando maduramos. Por ahora, miren la cruz; miren la cruz y sé salvos. Todos los días fuimos salvados de la eternidad del infierno. Diariamente tenemos que ser salvos de esta carne, de este mundo corrupto. Miren los cielos hoy, vean de donde viene su salvación; su salvación viene del cielo.”